28 febrero, 2008

Travis - Selfish Jean

Mi galleta-pop favorita en estos últimos días veraniegos.

Chocolate.

24 febrero, 2008

Mejor no hablar de ciertas cosas

Fuentes no fidedignas y muy poco confiables, pero derechamente posibles, han detectado la presunta participación de un ratón de cola larga en el fraude de las subvenciones escolares que por estos días ensombrece al Gobierno.


Son ya varias las personas que aseguran haber visto al especimen merodear e incluso recorrer por las noches los pasillos del Palacio de la Moneda y también las dependencias ministerio de educación.

El roedor sería unos de los principales causantes del desorden administrativo e irregularidades detectadas en la seremi de educación, la cual habría asignado fondos fantasmas por la pequeña suma de US $262 mil millones entre los años 2004 y 2006 a diversos operadores de establecimientos escolares subvencionados.

Consultada al respecto la ministra Yasna Provoste (que en sus años mozos fue gimnasta, campeona nacional de salto mortal y ahora último de vueltas de carnero) señaló que el actuar fraudulento del ratón ya había sido "aclarado" por la Contraloría General de la República (lo cual fue desmentido por el contralor, el cual manifestó que el desempeño de la albina criatura, es mas bien propio de las oscuridades metafísicas y alcantarillescas en las que generalmente se desenvuelve y que las observaciones hechas por el organismo siguen vigentes).

Por su parte el renunciado seremi metropolitano de Educación, Alejandro Traverso, declaró que hace ya tiempo están tras los pasos del cuadrúpedo de color nieve, el cual es conocido en el underground político como "el ratón Luchito" (en honor a Lucho Jara, ya que se rumorea que canta y habla el inglés casi tan bién como el hiperventilado artista).

Actualmente el blanco estafador estaría embarcado en un crucero en el oceáno Atlántico con destino a Europa, llevaría capa, un parche pirata, un sombrero estilo Napoleón Bonaparte y un pequeño maletín con algunos pocos dólares (el resto lo habría depositado en el banco Riggs) y su misión sería reunirse con su mecenas internacional, la víbora Madame Gil.
No hay salud.

17 febrero, 2008

La Vieja Bruja del sueño


Desperté. Al menos aparentemente eso creo ya que estoy acostado y abriendo los ojos normalmente, pero algo anda mas o menos mal. El cuerpo no responde. Esta muerto. No puedo mover extremidad alguna. Nada. Trato de luchar para salir del horripilante estado de momia en el que me encuentro, asustado por mi inercia muscular, con la cuchara cada vez más acelerada y haciéndome preguntas filosóficas sobre que diablos pasa.

Estoy consciente y con los ojos abiertos. Se lo que esta pasando a mi alrededor, puedo escuchar y mirar, pero estoy reducido y limitado. Soy una planta. Por cierto, tampoco puedo hablar.

Al parecer, según lo que he podido wilkipediársss en la internet, esta no deseable y terrorífica sensación se debe a zancadillas e intervenciones macumberas que hace una tal "Vieja Bruja" mientras dormimos (así se le conoce en otras latitudes a la "parálisis del sueño", estado que afecta en las horas en que uno no quiere más guerra).

Este proceso es normal, y actúa como un mecanismo de defensa que tenemos todos los alimalitos, el cual se activa mientras dormimos, ya que de lo contrario podríamos llevar físicamente a la realidad todos nuestros sueños, lo que sería sumamente arriesgado y dañino para los lirones (ya me imagino cayendo de mi balcón en el clásico sueño del precipicio).

El problema se presenta si este mecanismo se activa por error cuando nos encontramos en el período de transición del sueño a la vigilia, lo que provoca que el cuerpo siga dormido, pero no así la mente, la cual ya se encuentra despierta.

Durante este fenómeno también pueden presentarse alucinaciones, sensaciones de flotación ("la subida del muerto" le dicen en México), sensaciónes y visualizaciónes de presencias externas, falta de respiración, desdoblamientos, etc.

Cuando finalmente logré desentrabarme de mi inutilidad física y pude volver a moverme fue casi una resurrección.
Recordé nítidamente todo el proceso vegetal en el que estaba postrado y senti alivio al ver que había recuperado la movilidad.

Me quede divagando un rato.
Pensé en que el no poder controlar algo y el miedo van de la mano.

Pensé en que hubiese pasado si me hubiera quedado así por más tiempo, unos meses, unos años, una vida.

Pensé en que hubiese ocurrido si al despertar hubiera recuperado la fuerza pero no el habla.

Pensé en que si esto me ocurriera todos los días, dormir ya no sería tan satisfactorio.

Por último, recordé un sueño terrible, de esos que parecen de verdad, en el que los ovnis invadían Santiago y trataban de capturarme.
Después de todo, pensándolo mejor, creo que no fue tan malo.

12 febrero, 2008

Radiohead - Jigsaw Falling Into Place

Martes Musicales de Zamunda.
Hoy: Radiohead equipado con cascos para ciclistas.
Enyoy.

07 febrero, 2008

Chancho Cero (absurda nostalgia porcina)

Todavía recuerdo con placer como esperaba el tiraje de los días viernes de la zona de contacto (en lo años en que valía la pena leerla), sabiendo que en la contraportada venía un nuevo capítulo de una de la más absurdas, ácidas e hilarantes historietas que han salido en este país.

Me refiero a la mítica "Chancho Cero", creada por Pedro Peirano (que a estas alturas ya es casi una especie de hombre orquesta), y que desde su salida fue ganando adeptos a punta de sarcasmo, ironía y una exquisita y cómica estupídez argumental.

Refrescando la memoria, la historia cuenta las desventuras de lo alumnos de la "Escuela de Lobotomía de la Universidad Nacional" (una ridiculización manifiesta de lo papera que puede llegar ser la vida en ciertas universidadades) y de "Olmedo" un puerco proveniente de Villa Codegua, el cual es adoptado como mascota tras un jocoso partido de fútbol contra los archirivales de "Economización Económica" (lo que me hace recordar a "Barrabases", otra de mis favoritas) y que sin estar matriculado se transforma en el alumno más inteligente de la carrera).

El líder del alumnado (si es que se le puede llamar así a tal esperpento humano) es el "Moco" Soto, un tipo derechamente idiota, pajero, dejado de la mano de dios en el aspecto físico, sin sentido común e incapaz de generar una sola idea coherente para resolver los problemas de sus compañeros (con la llegada del cerdo y dadas las aptitudes de este, lo integra inmediatamente a la escuela, pese a que el marrano es más traidor que Judas y manifiestamente mala leche, pero que sin embargo se las arregla para salvar de las mas incoherentes situaciones a los lobotonianos).

"El vino bacán", "Cerdonald´s o "El Banco Chupasangre" (tu banco lolo) son algunas de las graciosas marcas que aparecen en la historia.
También están el maquiavélico Decano Avellana y Malenita Cuafato eterna y no correspondida enamorada del "moco" Soto.

Para quienes no tuvieron la posibilidad de leer esta magnífica oda al muchas veces tortuoso paso por la universidad, a la fecha existe una recopilación llamada "Chancho Cero, el Libro", de 2002 y una edición especial del año 2006, sumamente recomendables para mechones y para los que ya dejaron de serlo.

01 febrero, 2008

Unas vacaciones naranjas y el Elvis del Puerto


Estoy de vuelta. Traté de aferrarme a la playa lo más que pude pero lamentablemente había que regresar.
Pareciera ser que el tiempo se transforma en destiempo en vacaciones. El no saber que hora es en algunos momentos del día puede llegar a ser casi una terapia espiritual.
En compañía de mi buen amigo el gato Fritz y de Vitoco el fugaz, recorrimos las arenas costeñas disfrutando de tardes de total y absoluto vagabundaje, tomando refrescos, capeando olas y jugando un volley de vez en cuando. Por las noches recorrimos vampirescamente las zonas aledañas en busca de un poco de entretención, debiendo precisar que en algunos lugares existe en un claro predominio de adolescentes sub-17 o quizás menores, todos armados con licores varios en sus manos.
Como estábamos a 60 kilometros de Viña, decidimos ir un día para ver que tal estaba la cosa.
Había bastante gente, pero no parecía tan colapsado, quizás en Febrero puede ser mayor la afluencia.
Nos juntamos con más amigos y decidimos quedarnos a parrandear por alla.
Fuimos ir al café Journal que esta en el límite entre Valparaíso y Viña. Me gustó la promoción que tenían de un litro de cerveza por mil pesos, así que la tomé rápidamente. El local se empezó a llenar de manera absurda. Era grande, tenía alrededor cuatro ambientes y excelente música (depeche, de doors, the clash, manu chao, etc). Conocí a una carioca que venía de Río de Janeiro y que moría por fumar macoña. Como no tenía le ofrecí un trago de borgoña para tranquilizarla (inncesariamente me salté de la cerveza al vino con fruta lo cual tendría terribles consecuencias al día siguiente).
Conocí también a dos mendocinos y un porteño (de buenos aires). Los mendocinos totalmente ebrios daban el jugo y encaraban al porteño diciéndole que por culpa de los de la capital es que los argentinos tenían una reputación de las pelotas en otros países (lo que en parte es cierto), ante lo cual el porteño contestaba que no le hincharan los huevos y que era un rockstar.
Escapé del primer piso y me fui al segundo. Me encontré con algunos amigos y derepente hizo su entrada mágica en el local.
Apareció un señor de unos 60 y tantos años, de actitud relajada y segura, con una frondosa cabellera negra, de impecable traje blanco y con una chaqueta de cuero, la cual le daba un aire rockero destemplado.
Todos se dieron vuelta y empezó un cuchicheo que se repetía de boca en boca y que decía: "Llego el Elvis del Puerto".
Recordé instantáneamente cuando salió en un capítulo de un extinto programa de canal 13 y en el que contaba que por azares del destino se ganaba la vida en el puerto como imitador del rey.
Hacía shows en distintos locales de Valparaíso y creo que su familia no le hablaba ya que encontraban que su performance era ridícula.
Pero esa noche había ido solo a tomar algunos tragos, por lo que no pude presenciar su show.
Como se trata del rey, lo dejaron entrar a la barra sin costo alguno al parecer y pudo hacer sus propios cócteles.
En medio de mi embriaguez, decidí ir a saludarlo, como muchos antes ya lo habián hecho.
Me acerqué y extendiéndole la mano le dije: "Mucho gusto, mi nombre es Yafi Yofer y soy músico", a lo que el sexagenario artista me contestó: "El gusto es mío, mi nombre es Elvis y soy el Rey".