27 diciembre, 2008

Big Bang


¿Que tan rápido puede uno alcanzar a percibir el transcurso del tiempo? Es común sentir en estos momentos que el año se ha ido por un colador de acontecimientos, momentos y recuerdos que parecieran lejanos, pero que quizás en realidad no lo son tanto.

El estrés de la vida cotidiana juega determinantemente con la rapidez o lentitud del tiempo, en un malabarismo humano que cada vez impacta más en el desarrollo de nuestras relaciones diarias.

Ya he recorrido el tobogán del año con una intensidad eléctrica y sinuosa, con más luces que sombras y me he encontrado en su última parte con una felicidad incombustible y con la certeza de que el tiempo, jugando como reloj de arena, me ha traido el regalo más grande de todos.

05 diciembre, 2008

Tarde de perros


Ohh si. La exquisitez de sacar la vuelta en el trabajo durante un viernes en la tarde quizás es sólo comparable a la vez en que me salió un vale otro en un chocolito que me compré ya no recuerdo dónde.

En estos momentos de tedio y aburrimiento absoluto, me gustaría tener a mi alcance tres cosas:

- Una hamaca

- Un mojito caribeño semi congelado

- Un mono porfiado con la cara del jefe informático de mi empresa, que tuvo la brillante idea de bloquear todo tipo de galletas de entretenimiento que da la red (F.B, MSN, youtubes, etc.).

¿Son los viernes en la tarde muy crueles?

¿Se hace algo productivo en una oficina un viernes en la tarde?

¿Se deberían eliminar los viernes en la tarde en los trabajos?

Interrogantes contemporáneas y metafísicas que el Profesor Nostradamus no podría contestar, pero mi amigo el Gato Fritz si.