Oh Dios, le han cortado las piernas a Bumblebee

Si, tuve que ir a ver la nueva y enchulada versión de los Transformers 2007 y para sorpresa de quién escribe (en realidad no) resulto ser una de la películas mas funestas que he visto en lo que va corrido del año.

Haciendo caso omiso a las advertencias que mucha gente me dió antes de ver esta sátira (en cuya producción hay invertidos unos buenos petrodólares del ejercito norteamericano), me embarque a verla en medio del frío polar que nos regalonea por estos días, creyendo que iba encontrar algo del encanto de la serie animada de los años 80.

Pero como no era un día de sorpresas tuve que zamparme casi dos horas y media de una verdadera ráfaga de diálogos incoherentemente ridículos, mezclado la clásica campaña del ejército estadounidense en tierras extranjeras (mostrando su grosero poderío militar y comandos con aires de héroes y un poco de maní en la cabeza). A esto hay que añadir al Pentágono (ninguna película americana que involucre armas puede omitir mostrar las instalaciones de este pequeño organismo de inteligencia).

Mención aparte merece Jon Voight en el papel del Secretario de Defensa, que supera en capacidad al político medio que conocemos (maneja el lenguaje tecnológico, lídera grupos, toma decisiones jugadas y absurdas a la vez y hasta se da la maña de luchar con metralleta en mano contra los desepticons).

En el otro frente (no se cual de todos el más malo) esta el adolescente univesitario nerd, la chica top (por supuesto hermosa e inalcanzable para el común de los mortales) y los adorables autobots (robots con sentimientos y extrañamente con los valores patrióticos y demócratas del tío Sam).

De ahí en mas, solo queda resignarse en el asiento y esperar la predecible batalla final (traté de reírme en algunas partes, para justificar el robo a mano armada del valor de la entrada a Movieland) pero termine tomándome la cabeza.

Un refaccionado Optimus Prime dice casi al final de la película: "Los humanos son una raza joven y que tiene mucho que aprender todavía".

Le faltó decir que somos bastante estúpidos también.