
La clandestinidad de los sentimientos agitó la marea interna de las pulsaciones más indiscretas y ocultas. Las cosas fluyen de manera tenue y desconocida, retorciéndose en bemoles incrustados con melodías débiles y destilaciones de plástico.
Los hechos y circunstancias pululan entre sangrías muy abiertas y respiraciones entrecortadas que desangran palpitaciones latentes.
La vehemencia ondular atenta directamente contra la racionalidad que se espera en esta clase de situaciones. Los sentidos se van activando. La vista capta las caras desconfiadas y ruines de la gente. Un baile de máscaras y disfraces de personas que pretenden saberlo todo pero que en el fondo no saben nada.
Los hechos y circunstancias pululan entre sangrías muy abiertas y respiraciones entrecortadas que desangran palpitaciones latentes.
La vehemencia ondular atenta directamente contra la racionalidad que se espera en esta clase de situaciones. Los sentidos se van activando. La vista capta las caras desconfiadas y ruines de la gente. Un baile de máscaras y disfraces de personas que pretenden saberlo todo pero que en el fondo no saben nada.