20 septiembre, 2007

Sí, este año me comí un anticucho de gato

Fue el vertiginoso magical mystery trip al litoral central, que se llevó a cabo durante estas fechas de ayuna y abstención sacra, y en compañía de mi cada vez más jaivesco amigo "el Dog", el que me ha dejado con un pedigree de campeones sabuesos en mi palmarés personal.

Con cierta satisfacción me veo obligado a comentar que pese a no portar mi permiso de circulación al día, logré eludir magistral y confiadamente, la acción mancomunada de Carabineros de Chile (la mayoría de las veces bajo situaciones absurdas de miedo y tensión máximas).

Por su parte mi amigo "el Dog" también debió sortear escaramuzas de baja estofa, como cuando en un supermercado fue abordado vejatoriamente por una vieja de lengua bífida (de esas de la revolución industrial del 19) para recriminarlo directamente por su semi-clásica y barroca entonación musical (que espanto y que feo canta dijo...).

Además debimos luchar con vecinos iracundos que no aguantaron nuestro happy-folk-tune-pop de playa (demasiado blanco para ellos), pre adolescentes-aburridos que jugaban rin rin raja por los pasillos del edificio (esos diablillos), altas dosis de brebajes mágicos, chorrillanas bravas y saladas, ancianos motoqueros vestidos en relucientes tenidas de cuero de alce, el Michael Jackson chileno y su performance con viento falso de 10 minutos, el Giovanni Ananías y su caminata con cara plástica de crema de kit para autos, mujeres crueles destinadas a destruir la visión humana, fondas de artificio (se busca novia y casi fui yo) y algunos misty sunsets.

Finalmente, y para despedirme de la costa con la clase y maestría de un Charles Bronson cualquiera, adquirí un anticucho de $500, el cual al parecer, y para mi exquisita sorpresa, fue uno de los que no pasó por el control del SAG (servicio agrícola y ganadero), ya que al saborearlo pude comprobar con una algarabía y felicidad irrepetible, que su tierna carne no era más que una fachada taiwanesa de gato siamés.

Salud.

1 vagabundos pasaron por acá:

Jaime Ceresa® dijo...

Puta la wea..yo este año como me cuidé pa estas fiestas..no comi nada de dudosa procedencia, casi no tome salvo unas copas de vino en un asado y en un almuerzo con mi abuela..y ayer fui a almorzar y caí en la cama enfermo igual..no hay caso..el 18 y mi guata parecen ser un karma.

Cuídate.-