Conejos de Colores en Dolby Sound

He desarrollado una historia que me ayuda a quedarme dorrmido en la noches y que no se trata del típico cuento del ratón que se agota corriendo en su ruedita metálica de ejercicios.

No. Lo interesante de todo esto, es que si se pudiera aplicar sería bastante recomendable para especímenes terrestres que a estas alturas del año sienten que están siendo derrotados irremediablemente por el cansancio físico y psicólogico, que necesitan una grua para levantarse de la cama por las mañanas y en que la desmotivación, la irritabilidad y el descontento son accesorios que vienen incluidos en el combo diario.

Se trata de "Los Conejos de Colores en Dolby Sound", cuya teoría señala que todos los humanos tenemos alojados en el lóbulo occipital hemisferio derecho del cerebro (ese donde se controlan los sentimientos, las habilidades espaciales, visuales y sonoras) el concepto que da título a la historia.

Si uno lograra activar a los "conejos de colores en dolby sound", o mejor dicho a la funcionalidad durmiente y escondida de estos, lograría conectar de manera única y armónica todas las distintas zonas de la corteza cerebral, lo que causaría una especie de orquesta sinfónica emocional e interna, la cual trascendería de manera natural en nuestras acciones de la vida cotidiana.

Una vez despertados los conejos, estos se abastecerían de la visualidad dada por los colores que vemos todos los días y de la música que escuchamos y también generamos de vez en cuando, bastando con estos dos elementos básicos para mantener sensaciones de felicidad, creatividad, espontaneidad y amor por la vida.

Los que no quedarían muy conformes serían los psiquiatras, dado que ya no sería necesario ir a visitarlos, sin embargo sería un triunfo para la ciencia verlos también celebrando y entendiendo que la superación a los problemas existenciales pasaba por una solución mucho más simple de la que ellos y todos creíamos.

El cómo despertar a los "Conejos" sigue siendo una gran interrogante. Una de las fórmulas posibles pero no comprobadas aún, sería detenerse y destinar diariamente algunos minutos de observación a los atardeceres que caen coloridamente en estas cálidas épocas.

Puede que funcione como puede que no. Al menos vale la pena intentarlo.